Muñeca de silicona

El realismo de las muñecas sexuales de silicona

Con el paso del tiempo son muchas las cosas que han evolucionado gracias al desarrollo de nuevas tecnologías y materiales. Una de ellas son los juguetes sexuales, cuyas nuevas generaciones son cada vez más realistas en las sensaciones que son capaces de producir, tanto como en la experiencia ofrecida.

Tal es el caso de las muñecas sexuales, las cuales han alcanzado un nivel de realismo capaz proporcionar experiencias alucinantes a las personas que deciden incluirlas en su vida sexual. Si quieres comprar muñeca o muñeco sexual de silicona, te dejamos algunos de los cambios más radicales que han tenido durante los últimos años desde sus primeras versiones en 1940.

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Muñecas sexuales: El viaje de la tela al silicona

La primera referencia que se tiene sobre muñecas destinadas a fines sexuales y proporcionar placer masculino es la «dama de viaje», una muñeca de tela que era frecuentemente utilizada por los marineros del ejército. Fueron populares desde finales de 1930 y principios de 1940 tanto en Japón como Alemania para satisfacer las necesidades sexuales de la tripulación.

A partir de entonces, el proceso de fabricación fue cambiando con el paso de los años, así como los materiales y los precios. Las más populares durante mucho tiempo fueron las inflables, hechas de vinilo y con semejanza a la forma femenina, así como una cavidad que simula una vagina y permite la penetración.

Otros modelos más recientes son las muñecas fabricadas en base a látex, las cuales resultan un tanto más realistas y resistentes al uso, con una calidad muy superior a las hinchables. Pero estas suelen ser inadecuadas para personas que padecen alergia al látex.

Las muñecas sexuales más realistas

Con el paso de los años, nuevos procesos de producción han intervenido en el desarrollo de estos juguetes para adultos. Las versiones más recientes son las muñecas de silicona, pensadas para ser lo más semejantes posible a una persona viva, por lo cual poseen un cuerpo completo en tamaño real y con diferentes proporciones según el gusto del comprador.

Estas versiones suelen ser prácticamente iguales a mujeres reales u hombres, de hecho son bastante utilizadas en el cine para efectos especiales. Además de sus características físicas realistas, disponen también de un esqueleto articulado en PVC, gracias a lo cual tienen la posibilidad de asumir cualquier clase de postura durante el acto sexual, lo que incrementa las sensaciones y el placer.

También son más pesadas que las muñecas de látex, pero más ligeras que una persona real, permitiendo que se pueda maniobrar con mucha facilidad y así cumplir toda clase de fantasías sexuales. Con respecto a los orificios, estos son totalmente funcionales, permitiendo penetración utilizando lubricantes y ofreciendo sensaciones similares a las que se experimenta en el sexo real.

Los modelos más recientes incluyen también materiales como TPE, elastómeros termoplásticos que ofrecen una textura aún más realista y suave, además de ser flexible, elevando las sensaciones a un nuevo nivel ya que sus orificios pueden expandirse suavemente hasta 5,5 veces su longitud, simulando bastante bien las sensaciones del acto sexual.